No podía dejar de escribir esta reseña sobre los baños.
Siempre que algún monasterio de Kyoto o Nara me indicaban el camino a los servicios, semioscuros, con zapatillas en la puerta , de limpieza meticulosa y construidos a la manera de antaño, experimentaba la calidad de la arquitectura japonesa y el detalle.
La tapa del WC está calentita, es el mecanismo de un chupete, una simple resistencia y enchufada a la red.
La tapa de la cisterna es cóncava, con un grifo que se vierte en el pequeño lavabo que forma la tapa, así cuando le das a la palanca lateral se abre inmediatamente el grifo en el que te lavas las manos y con esa agua se llena la cisterna....eso es reciclar y lo demás son tonterías.
Un panel de mandos en la pared con botones para:
a) Suena una musiquilla, o pajaritos o ruido de un riachuelo...adivina para qué..pues muy sencillo para que nadie tenga que oír tus apretones y ruidos propios de momentos tan sublimes.
b) Sale un chorrito de agua caliente que te limpia
c) Sale una toallita de papel para secarte
d) Se dispara un chorrillo de ambientador.
Insisto, me sentía como de Almendralejo entre tanto botoncito
Y los onsen, esa maravilla de aguas termales tan abundantes en Japón. Los hay mixtos o separados, en cualquier caso hay que entrar duchado de antemano pues vas a compartir baño con otro/as y por supuesto desnudos. En la zona de Hakone hay muchos. El de Osaka, Spa-World, tiene los mejores baños separados, un lujazo y en el último piso la mega-piscina para uso dual y con niños donde hay que ir en bañador. No dejes de darte un masaje finlandés si es que llevas varios días de trote, tu cuerpo te lo agradecerá, recuerda el masaje finlandés...o era sueco??? , no te des el de relax y que te lo den fuertecito que alivia los lomos que no veas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario